Descripción
Compartir
La primera vez que me hablaste de ti, de el, de ellas o de ellos, competías por demostrarme, al igual que haces en cualquiera de tus aficiones, que nunca necesitaras de la motivacin de nadie para sentir y expresar lo que ves desde tu alma. Por eso, se que nada podra impedirte dar a luz cualquiera de esos instantes que compones, con tu suave, cercana y emotiva prosa, delante de la pantalla de tu ordenador. Mostrandonos todo lo que nos cuentas con esa sutil ironía que, siempre, usas para hablar sin molestar. Manuel J. Gil Sevillano
Año: 2012
Páginas: 148
Editorial: EDICIONES MORENO MEJÍAS