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POÉTICA EN LA EUROCIUDAD DEL GUADIANA / NA EUROCIDADE DO GUADIANA (EBOOK FREE)

Coordinado por JOSÉ LUIS RÚA NÁCHER

Descripción

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POÉTICA EN LA EUROCIUDAD DEL GUADIANA / NA EUROCIDADE DO GUADIANA (EBOOK FREE)

Este libro ha sido cofinanciado por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional(FEDER) a través del Programa InterregVA España-Portugal (POCTEP) 2014-2020.

Desde la marisma, el puente internacional surge del agua esmeralda del Bajo Guadiana. Los tirantes de acero parecen llevarlo al cielo, respetando el curso sagrado del río, aupándolo para que el Guadiana siga su cíclico viaje hacia el mar. En realidad, el puente proclama que el agua une, no divide. Antiguamente, el curso de un río se tomaba como frontera. Aquí, la raya que dividía dos países, como si tajara la tierra a espada y la rompiera en dos pedazos condenados a no verse, allá Portugal, allá España. El puente simboliza la unión verdadera entre ambos lados del río, pero también entre su gente y la manera en la que han tenido siempre de relacionarse con toda la comarca.

Ante una frontera, el ser humano tiene dos actitudes: levantar muros o tender puentes. Estas actitudes definen un territorio y una época. A veces, se levantan muros para defendernos de otros, pero en muchas ocasiones esos otros somos nosotros mismos, en tantas ocasiones que cuando uno se mira hacia adentro se pregunta qué hemos hecho de nuestra historia y cuánto tiempo hemos malgastado en disputas que no conducían a nada.

En la mayoría de las ocasiones, basta con levantar la mirada por encima de la tapia para comprobarlo. Si se lee la historia oficial de estas tierras, parecerían enfrentadas siempre y el puente quedaría condenado a ser paso fronterizo permanente, pero la gente que la habita es más sabia que las páginas escritas. El río Guadiana llega hasta el mar aquí abrazando y no separando. Por encima de cualquier línea fronteriza, los rayanos han sabido cruzarlo siempre y sentirse parte de la misma luz, mucho antes de que se proyectara el puente. La gente que se afanaba en la tarea diaria en el río, en la labor de la tierra y del ganado, en el trajinar del comercio, no veía la frontera que marcaban los mapas. A un lado y al otro, siempre hubo negocios y matrimonios mixtos, visitas de hermandad y abrazos.

Cuando se mira con atención el curso del río y sus juegos en la marisma, no hay división, eso queda para la historia escrita por quienes así quisieron trazarla, pero todo pasa. Baja señorial el Guadiana en su tramo Bajo, lento y sabio, henchido de vida y tiempo, regando por igual las tierras de Castro Marim, Vila Real de Santo António y Ayamonte. Baja sin dueño, como debería ser toda la tierra y el agua. A vista de pájaro, a un lado y al otro, florecen primero los almendros en enero, migran las aves y vive la gente su vida diaria. Todo trae la noticia feliz de que no hay frontera.

Tan cierto como que los seres humanos hemos levantado las ciudades es que las ciudades nos hacen a todos. Es continua y permanente la tarea de hacer ciudad. Cada calle, cada edificio, cada parque, define qué son sus habitantes, nos hablan de su pasado, pero también de cómo esperan que sea su futuro. Ser ciudadano no es solo habitar la ciudad, sino sentir su pasado y proyectarla hacia el futuro en una historia que nunca debe terminarse. Castro Marim, Vila Real de Santo António y Ayamonte tienen una larga historia de encuentros y desencuentros. Ahora sus ciudadanos las miran como las aves, desde el cielo, y las quieren unidas porque han aprendido del Guadiana la sabiduría del tiempo y del hacer continuo.

Primero fueron las gentes en su hacer cotidiano, las que burlaron las fronteras. Desde hace tiempo, los artistas que descubrieron la luz de estas tierras y el rumor de la vida. Los poetas vienen cantando juntos esta unión. Como les corresponde, supieron ver más allá de los mapas políticos y cruzaron una y otra vez la raya para unirse en actos conjuntos en los que sonaban por igual el portugués y el español en la voz conjunta de la poesía.

Este volumen es muestra de toda esa labor de décadas en las que el abrazo de la palabra corresponde al abrazo de las aguas esmeraldas del Guadiana. Aquí se encuentran voces diferentes, estilos variados, temática heterogénea, pero sobre toda la diversidad, el atadillo de los versos escritos bajo el mismo sol, al ritmo de las estaciones comunes que nos muestran la vida de las mismas plantas, el vuelo de las mis mas aves. Hay que celebrarlo, festejar siempre que los poetas sean los adelantados, los que lleven al mundo al encuentro. Sus palabras eran ya puente antes de que el puente se construyera porque brotaban del curso sabio del río.

Y quién podrá ya desunir lo que unió el Guadiana. El río sigue pasando, lento y fértil. Sabe que unió estas tierras mucho antes que el puente internacional. Si te sentaras a verlo pasar, escucharías los mismos versos que hoy cantan sus poetas.

Pedro Ojeda Escudero

Escritor y profesor de la Universidad de Burgos

Año: 2020

Páginas: 252

Editorial: WANCEULEN POÉTICA